El pasado día 11 de mayo tuvimos el gusto de tener como invitado a Rosauro Varo, joven empresario de éxito que en estos momentos forma parte de algunos Consejos de empresas de primer nivel, españolas.
El coloquio fue muy ilustrativo e interesante.
El sitio excelente, estuvimos en la terraza de nuestro restaurante acostumbrado, CUNA 2.
Reportaje gráfico de la tertulia
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José María da la bienvenida a los asistentes después de catorce meses de obligado parón. Se guardó un minuto de silencio por los compañeros fallecidos. Se presentó a los nuevos tertulianos; Luis Capitán, Emilio Codon y Luis Garzón. También todos firmamos una carta dirigida a nuestro inestimable compañero Ramón Queiro, aquejado un problema de salud, que le impide estar con nosotros.
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Pablo, presentó a nuestro invitado, analizando su desarrollo profesional y sus éxitos como empresario.
Nuestro invitado, Rosauro Varo, contestando a las innumerables e interesantes preguntas que se hicieron en la tertulia. En la mesa José Ramón, Pablo, José María y nuestro invitado
Una vista de la terraza del restaurante, se ocupó entera y se dispusieron 4 mesas de 5 personas por mesa, para guardar la distancia de seguridad. Emilio, Ángel, Luis y Paco
Otra vista de la terraza. Nuestro invitado interviene, una vez mas, contestando a otra pregunta
Benito, Pepe, Antonio que hacía mucho tiempo que no le veíamos
Luis, Pepe, Eduardo y Leandro
Ángel y Luis Capitán que se incorpora a la tertulia
En primer término, Ángel y Luis. En la siguiente mesa; Paco, Benito, Pepe, Antonio e Isacio. En la mesa del fondo; Pepe, Eduardo y Leandro
Luis Capitán, agradece la invitación a formar parte de AGORA, bienvenido Luis
Y Emilio Codon Feliú, hace lo propio. Bienvenido y consideraros en vuestra casa
José María, Rosauro, Luis Garzón, nueva incorporación y José Ramón
Emilio y José Luis que ha permitido que la tertulia tenga este
reportaje fotográfico
Volvemos a agradecer a nuestro invitado, que se ha desplazado desde Madrid para estar con nosotros, este rato excelente en el que hemos compartido con él, esta magnifica tertulia. Gracias Rosauro y esta es tu casa
Y a los nuevos tertulianos, bienvenidos y esperamos pasar buenos ratos juntos en el futuro.
A continuación la carta enviada a Ramón
Querido y admirado Ramón
Hola, Ramón. Tus amigos de Ágora Hispalensis te echamos de menos. Y no te puedes imaginar hasta qué punto. Esta tertulia, que se encuentra en un periodo de hibernación debido a la pandemia que nos asola desde hace hace año y medio, ha comenzado a revitalizarse y a despertar de la pesadilla que todos hemos vivido y aún vivimoa. En nuestro habitual comedero de Cuna, y en torno al clásico bacalao, volvemos a vernos las caras tras muchos meses de ausencia. Y en estos meses se nos han ido definitivamente algunos de nuestros fieles compañeros de debate, Felipe Melgarejo, José Ángel Domínguez y Manuel del Valle, a quienes siempre tendremos presentes en el recuerdo y en el fondo de nuestro corazón tertuliano.
Te echamos de menos, Ramón, porque gracias a tí, a tu pequeña cámara digital, nos reconocíamos con nuestras virtudes y defectos, sobre todo, defectos creados por la edad, la comida, las copas y el ambiente distendido. Lo tuyo, Ramón, es diferente porque tú eres punto y aparte. Tú, además de aportar tu sabiduría, tu amplia cultura, tu bohonomía y tu magisterio arquitectónico y urbanístico, nos dejabas cada mes un impagable testimonio gráfico de las reuniones. Una fotografías que adornaban mensualmente el blog de Ágora y le ponían rostro, expresión, sonrisas y color a los miembros de la tertulia que preside nuestro impagable presidente, José María Ferre.
Pese a todo, pese a la obligada ausencia de las fotos, todos los miembros de Ágora nos sentimos huérfanos de alguien que, como tú, reúnes muchas de las virtudes de las que desgraciadamente muchos carecemos. Pese a no haber nacido en esta Sevilla de nuestros amores, y haber recalado en ella casi por casualidad, ejerces de sevillano y trabajas por esta ciudad y por esta tierra mucho más que aquellos que se ponen la medalla del sevillanismo. Eres un gallego, tus apellidos Queiro y Filgueira te delatan, con alma hispalense, un“self made man”, hecho a sí mismo a base de sacrificios, estudio y constancia, Gracias a este empeño, llegaste a dirigir el Colegio de Arquitectos de Andalucía y entraste a formar parte de la Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría. Tu legado, que sigue con tu hijo Ramón, nos ha dejado muestras en edificios y Planes de Ordenación, en conferencias sobre arquitectura, sobre arte, sobre restauración y sobre cualquier tema que formara parte de tu impresionante acerbo cultural, que eran muchos y variados.
Sé que tú también nos estarás echando de menos, y más que por las aportaciones que los tertulianos podíamos hacerte y por estos encuentros en torno al jamón, las gambas y el bacalao, por haber tenido que dejar a un lado esa afición del palo y la pelotita que compartimos algunos de nosotros. Eduardo. José María y Pepe eran tus habituales colegas de partido en Pineda. Ellos también te echan de menos, sobre todo Eduardo, porque eres el único capaz de plantarle cara y bajarle los humos golfísticos. Pero, claro, tú lo tenías más fácil. Raro era el día en el que no nos encontrábamos en la Cartuja, pateando, chipeando, aprochando o tirando bolas desde el tapete verde. No es de extrañar que en Pineda barrieras con el consabido cabreo de tus compañeros. Tenemos ganas de volverte a ver lanzando esos drives a más de 150 metros.
En fin, Ramón, que te pedimos que hagas gala de tu constancia y tu enorme fuerza de voluntad para superar las adversidades, que sabemos que este mal trago se puede beber del tirón como nos bebemos las botellas de Rivera del Duero que nos coloca Mohamed. Y que te esperamos, más pronto que tarde, para que vuelvas a participar de nuevo en esta tu tertulia que tanto te echa de menos. Tenemos pendiente una visita a tu Galicia natal a la que todos los veranos nos invitas para degustar una mariscada. Todos rezamos para poder verte pronto, con tu cámara en ristre, dejando constancia del paso del tiempo en nuestros rostros. Te queremos y queremos que sigas siendo el escultor, el Juan de Mesa de esta tertulia, el Murillo que deja su impronta en las imágenes, el arquitecto que edifica con su presencia y sus inestimables aportaciones Ágora y el amigo que todos queremos tener al lado para ser mejores. Recupérate pronto, Ramón, pues “tenemos que hablar de tantas cosas, compañero del alma, compañero”. Y recibe un fuerte abrazo de esta tertulia, de todos los miembros de esta Ágora Hispalensis, bautizada así por ti mismo, que se encuentra perdida sin la aportación de tu grandísima guía cultural que tanto la enriquece.
La firman todos los componentes de la tertulia